jueves, 31 de marzo de 2011

25 aniversario de la magia animada de Pixar

Las películas animadas… (Suspiro)… Un género fascinante que nos remonta a la galaxia más ingenua, feliz y pura que yace en nuestro ser. Un mundo delirante del cual muchos quisiéramos formar parte. Que aminora toda pesadumbre de índole terrenal y da paso a los sentimientos más honestos que se esconden detrás de la actitud árida que hemos desarrollado a través de los tiempos. Nunca pasan de moda, al contrario, la antigüedad denota y evoca mayor emoción.
Una de mis películas favoritas en esta categoría es la clásica de Disney “Lion King”. Recientemente estaba buscando en Youtube canciones sensibles y emotivas que me erizaran la piel. (Me encanta la música que a través de sus acordes transmite sentimientos palpables). Que con el simple sonido de los instrumentos pueda transportarme a donde quiera, que despierte mis cinco sentidos y me haga recrear alguna escena de mi vida, de alguna película o simplemente me motive a inventar una.  
De la nada, en las opciones de la derecha, apareció una canción, precisamente de esta cinta cinematográfica, titulada “Circle of life”. Cabe destacar que es de la autoría de Elton John. (¡Hello, Elton John!) No digo más. En ese instante dije: “Mira, el círculo de la vida. I love Lion King”, y le di play. Gracias a las personas que se encargan de subir a este portal películas, vídeos musicales, documentales y todo tipo de material realizado para televisión, pude ver el pedazo de la película en que sale esta canción. Como recordarás (si viste “Lion King”, si no… hago un silencio prolongado…) esta canción sale al principio de la película, cuando el rey león está presentándole a la comunidad animal su bebé león y futuro predecesor. El ver nuevamente esta escena me erizo la piel. Justo lo que quería. ¡Wow! Qué manera de hacerme sentir tanto con un simple dibujo. De la manera en que humanizan a los animales y representan la unión familiar, el amor, la comprensión… Como si ellos nos dieran una clase de cómo vivir honradamente. Dejándonos entre ver que los únicos animales aquí somos nosotros, los que tenemos la habilidad de razonar. Es maravilloso. Lo escribo y se me paran los pelos. Tienes que verlo.



Sin duda, Disney sigue cosechando grandes películas; al igual que Pixar, Dreamworks y otros estudios. Hay muchísimas películas tan buenas como esta, pero si las menciono todas, este comentario no acabaría.
Hoy celebro por todo lo alto el 25 aniversario de Pixar, creador de la trilogía “Toy Story”, mi película favorita de esta década. ¡Que viva la animación!


martes, 29 de marzo de 2011

Bendito recordar

Recopilar la trayectoria de mi paso por la Universidad del Sagrado Corazón ha sido una tarea ardua y una bofetada a mi responsabilidad. Me ha hecho comprender como no le di el interés ni la importancia que merecían esos primeros años de mi educación profesional.  Tengo un portafolio desnutrido, falto de material sostenible y de impacto. La razón primordial de esto, desorganización. No logro reunir todos los trabajos que realicé y que sé fueron más que satisfactorios. Los reconocimientos cosechados están perdidos en  mi archivo mental (si es que a estas alturas queda algo de él), y almacenados en algún rincón de mi polvoriento aposento.
Es verdaderamente deprimente darme cuenta en esta etapa de mi vida. No es muy tarde para una reorganización, pero sí tarde para tratar de recuperar esos benditos años.
Como voy a extrañar esos benditos años en lo que caminaba por el campus universitario sin preocupaciones ni responsabilidades más allá que leer alguna novela no deseada y aburrida o sufrir la tortura intelectual de ser examinada ocasionalmente. La época en que era inocente y vestía mis mejores mahones cortos, una camisilla, sandalias y un buen par de gafas “chic”; el pelo esmorusado, pero con estilo. Ahora otra es la historia. Pocas veces uso mahones cortos, pues ando en pantalones de vestir, chaquetas, tacos y espejuelos; el pelo decente y clásico (cuando está esmorusado no da gusto ver).
Recuerdo que siempre tenía tiempo para ir al mall, planificar idas a la playa en la semana y estar vegetando con mis panas vegetales todo el día. Eran buenos días. Para nuestra gracia o desgracia, todos los vegetales hemos sido devorados por el ámbito laboral. Ya no son tan buenos los días. Son días de mucho trabajo, preocupación, responsabilidad, cansancio, esclavitud… Y cuando logramos coincidir, unánimemente, y hasta armoniosamente, cantamos “¡Ay! que cansado/a estoy. Necesito unas vacaciones ‘rush’”.
Tanto que deseé llegar al año de graduación y cuanto deseo ahora jamás haber deseado eso. Quisiera que durara un poco más. Y no me refiero precisamente a estudiar si no a esos primeros dos años en los que, como abeja en el panal, absorbía las ricas  enseñanzas de la experiencia universitaria.

viernes, 25 de marzo de 2011

El talento perdido

Independientemente de las atrocidades que haya cometido Chris Brown; los golpes que le propinó a Rihanna, su nuevo “Dennis Rodman look” y su más reciente muestra de inestabilidad emocional en los estudios de la cadena estadounidense ABC, su talento es indudable.
El día que me enteré de lo que había sucedido entre Rihanna y él me dio mucha tristeza por los dos. Me indigné muchísimo como mujer y sentí mucha rabia e ira contra él, pero al mismo tiempo no pude evitar  sentir lástima por las repercusiones que esto tendría en su carrera artística.
                Muchas personas decidieron retirarle apoyo alguno, no lo pueden ver ni en pintura y alegan que es un ser despreciable. Su último disco “Graffiti” fue un fracaso, a pesar de contar con una de las mejores canciones de su carrera “I can transform ya”. Obviamente, para Rihanna fue todo lo contrario, subió como la espuma y actualmente tiene varias canciones pegadas en la radio simultáneamente.
No obstante, desde mi perspectiva, la forma de vida de una persona que decide ser figura pública no debería estar ligada ni afectar su carrera profesional.  Sé que puede sonar extraño y hasta contradictorio este argumento, pero me voy a explicar.
El artista es un personaje inventado por cierta persona dotada. Esa persona tiene la capacidad y el talento de crear una fantasía que nos entretiene, pero que constantemente es confundida y entendida por los fanáticos devotos, como la realidad. Goza de lujos y su vida parece ser perfecta, por lo que rápido le ponen el sello de “Role Model” o ejemplo a seguir. No está mal ponerle el sello, lo que pasa es que, inconscientemente, le están poniendo el sello al ser humano y no al artista. El artista es el que tiene el compromiso con el público, no el individuo que vive en él, que pernocta en el olvido y que muy pocas veces tiene la oportunidad de disfrutar de sí. Y ese individuo, como tú y yo, tiene problemas por demás.
La mayoría  de estos individuos que inventan artistas sufren prematuramente de un crecimiento abrupto entre la niñez y la adultez. No me sorprende que a temprana edad actúen de forma indebida o proyecten cierta madurez descontrolada que para los medios, lamentablemente, es beneficioso. Las cargas pesadas de las responsabilidades que conlleva ser un artista los pueden llevar al borde del abismo, pero la imagen impecable que demanda el público no puedo fallar y es por eso que se pierden en la tentación de las drogas y acaban menospreciando su vida.
No justifico la conducta incorrecta de ninguna persona, siempre y cuando esté mal. Si lo hizo mal, lo hizo mal y punto. Tampoco voy a tapar el cielo con la mano. Ahora, no voy a negar que realmente lamento mucho que este sea el caso de Chris Brown, pues es un artista maravilloso que está desperdiciando los mejores años de su vida por culpa de los estereotipos y sellos mal puestos.
Espero que sepa aprovechar la buena acogida que está teniendo su nuevo disco “F.A.M.E”. 






viernes, 18 de marzo de 2011

Mahones "Pa' ke te jaltes"

      Estaba de camino a mi trabajo a eso de las 6:18 a.m. y justo en la Autopista Luis A. Ferré, frente a Plaza Las Américas, en dirección hacia Caguas, me percaté de un “billboard” anunciando los nuevos mahones de Sonya Cortés “Pa’ ke te jaltes”.


     “En serio”, dije en voz alta pues no podía creer lo que estaba viendo. Mi asombro fue tal que por poco choco con una guagua Ford y eso sí hubiese sido bien “serio” y “pa’ jaltarme”.
     Lo realmente sorprendente es como hoy en día cualquiera tiene su boutique y su línea de ropa. Yo pensaba que para lograr eso se necesitaban varios cursos de moda y mucha experiencia, conocimiento y creatividad. ¿Quién rayos quiere comprarse y ponerse los mahones de Sonya? Y con esto no pretendo insultar ni ofender a nadie, pero ¿qué sabe esta mujer de moda o de lo que es el “FIT” ideal en mahones? Lo mismo sabe de bachata...O sea, que delicadita me escucharía diciendo: “Acho, la línea de mahones ‘Pa’ ke te jaltes’ de Sonya están de show”. ¡Qué bochorno!
     No está mal que quiera desarrollar un negocio propio, que desee echar para adelante. Eso está maravilloso  y lo puede hacer de la manera que mejor le plazca. Pero caramba, ¿no pudo ponerle un nombre un poco más serio a la campaña? O su creatividad es muy limitada o las personas que la están asesorando la quieren hundir.


     De entrada ya compite con los Burbu jeans (Angelique “la Burbu” Burgos), los Glerys jeans (Glerysbeth Pagán) y los Lali jeans (Laura Hernández). Todas mujeres controversiales... Aunque no utilizo ninguno de los mahones previamente anunciados prefiero mil veces tener un burbu jean a un “pa’ ke te jaltes jean”.
No sé qué opinas tú… “Jáltate”.

viernes, 11 de marzo de 2011

Ese LCD no vale más que YO

Los desastres naturales son inevitables. Algunos, gracias a los avances de la tecnología, se pueden pronosticar; pronóstico que sólo nos gana unos segundos extras para internalizar que quizás el momento del fin ha llegado. Nos entra el frío olímpico, nuestro cuerpo se paraliza y nos da amnesia. En ese momento no podemos recordar los procedimientos a seguir y que llevamos grabándonos en la cabeza desde hace mucho, que podrían ser nuestra única esperanza de sobrevivencia. (Mantén la calma, mira a tu alrededor para esquivar objetos que puedan caer del techo, pégate a una pared liza y busca refugio debajo de una puerta o mesa resistente, acuéstate en la bañera…) Por el contrario, algunos pensamos en todas las cosas materiales que  podríamos perder y hasta hacemos un bosquejo de cuales nos deberíamos llevar en caso de que tengamos que evacuar la zona. ¿Te suena familiar?
La noche buena en que Puerto Rico se estremeció estaba en mi cuarto terminando de arreglarme para reencontrarme con mi familia en la típica celebración de navidad. Recuerdo que precisamente me estaba maquillando cuando me empiezo a sentir mareada. Mi cuerpo se movía de lado a lado suavemente como un saco de boxeo. En una pestañeada, me percato de que el abanico estaba retumbando fuertemente y seguido mi nuevo Samsung LCD, cortesía de Wal-Mart.  “Dios mío, ¿qué es esto?”, susurré. Era el primer temblor que sentía en los 23 años que tengo de vida y me tomó un poco de tiempo reconocer que estaba siendo atacada por la naturaleza. Cuando por fin acepté lo que no quería creer, un grito escalofriante desgarró mi alma, como si Freddy Krueger se hubiese aparecido a darme las buenas noches. Luego del grito imploré, “Mi televisor. Que no se caiga mi televisor nuevo. ¡Dios!”. Y lo agarré para que dejara de temblar. En eso escucho a mi madre que se acerca. “Nilmarie, ¿qué pasó, estás bien?”… Dejó de temblar.


¿Cómo puede ser posible que mi primer instinto haya sido salvar el televisor, en vez de correr despavorida a buscar refugio? Nunca he sido una persona materialista. Sí confieso que soy una “shopaholic” y que me gusta premiarme con detalles de calidad, pero de ahí a valorar un pedazo de plástico más que a mi vida, por ningún motivo. Quizás el nerviosismo del momento traicionó mis ideales. Que vergüenza.
Hoy que Japón es víctima de uno de los terremotos/tsunamis más estremecedores en su historia, que se han registrado más de mil muertes y 125 mil personas desaparecidas (sin contar los heridos y el daño irreparable que sufre ese país) me avergüenzo de haber puesto como prioridad un televisor que solo me hace sentir satisfecha por un rato, pero no me hace feliz. Me avergüenzo de solo pensar en mi y en todos los productos nuevos que quiero adquirir cuando miles de personas se han quedado sin un techo donde dormir. Me avergüenzo por ser tan egoísta. Perdón.
Pensar que algo así puede suceder en cualquier momento, sin distinción ni discrimen, es aterrador. Esperemos que la naturaleza nos tenga un poco más de consideración y piedad, y que algún día nos perdone por ser tan hipócritas, por despreciarla, maltratarla y no tenerle consideración a ella.


lunes, 7 de marzo de 2011

Del no saber, al querer volver.

Es increíble que a estas alturas en lugares tan cercanos como Nueva York piensen que en Puerto Rico andamos en caballos, en taparrabos y vivimos en chozas (lo que es la ignorancia). Puerto Rico es pequeño… ok… pero no es para tanto. Más que comprobado queda  el desconocimiento que tiene el mundo cuando artistas estadounidenses de renombre ni miran para la "isla del espanto", digo, del encanto, cuando están de gira musical. He llegado a pensar que ponen la excusa de que no saben que existimos (que me está raro) para no ofendernos con el hecho de que realmente no se asoman por aquí porque no vale la pena. Pero como se equivocan, si supieran que los puertorriqueños apoyamos todo lo de afuera más que a nuestra propia familia vendrían dos veces al año. Chi chin, chi chin. Y eso que la economía está mala…
Ayer tuve el placer de ir con dos de mis amigas a ver a Paramore al Choli. Era la primera vez que venían a la Isla y estoy segura que estaban esperando a un público mínimo que coreara disparates, por que, si según lo que han escuchado, andamos en caballos, entonces somos unos jíbaros, por ende solo sabríamos decir hello… ar yu tokin tu mi?
Mientras nos encontrábamos en el tren urbano de camino al concierto no podíamos aguantar sentirnos fuera de lugar. El tren estaba lleno de bebés, literalmente… que vestían colores negros, fucsias, lazos grandes… en fin el look “punk rock” y nosotras unas manganzonas come M, una hasta casada y la otra maestra, que tratábamos de justificar nuestra presencia con hijos ficticios, las madres más responsables… jaja… si pepe… Salimos de ese tren como alma que lleva el diablo a sentarnos en nuestros respectivos asientos para no pararnos de ahí hasta que la presentación terminara y la mayoría de los nenes despejaran el área. Habíamos hasta considerado comprar una cerveza antes ya que lo más seguro solo habría agua, refresco, kool-aid y Caprisun. Que mucho vacilamos… de eso no hay duda.
Para nuestra sorpresa, la mayoría del coliseo estaba abarrotado y no solo de jóvenes sino de otros manganzones como nosotras, hasta más viejos. Ufff! Qué alivio…
Tan pronto las luces se apagaron empezamos a gritar eufóricas dejando atrás cualquier conflicto de edades. La música une, es maravillosa.
Los gritos y coros que se escuchaban en el Agrelot eran impresionantes. Hacía mucho tiempo no escuchaba un público tan entonado y con tanta energía, daba ganas de llorar. Hayley, la vocalista del grupo, no podía creer que los jíbaros boricuas supieran cada una de sus canciones a la perfección y eso nos los dejo saber al repetir en varias ocasiones que no podía creer que en seis años de gira nunca hubieran pisado Puerto Rico. Nos dio la bienvenida a su familia y garantizó que no pasarían otros seis años para volvernos a ver. ¡Aja! Of course! Boba le dicen si no vuelve… En ocasiones decía “I had no idea” y yo pensaba “claro que no. Si todavía en Nueva York, que hay un barrio boricua y hasta una parada puertorriqueña, tienen dudas de cómo vivimos aquí, que vas a saber tú que eres de Tennessee… y mira, yo he ido a Tennessee y lo que hay allí son indios y montañas…”. Ya sabemos que le cogió el gustito al coquí y que vuelve. ¡Claro que sí! Chi, chin, chi, chin.
En fin, tengo que decir que el concierto estuvo espectacular. El poder vocal de Hayley es asombroso. Mientras canta brinca, hace ejercicios y hasta parece que se va a desnucar, pero la calidad de su voz no desmerece, es excelente. Me quito el sombrero. Cuando yo cantaba merengue y me meneaba de un lado a otro frente al micrófono casi estática,  me asfixiaba ya en la segunda canción… (So out of shape). Los músicos… WOW… great stuff. La verdad es que si vuelven sin pensarlo me apunto y quizás hasta me compre una camisita que diga Paramore, unas converse y un lacito fucsia para no verme tan fuera de lugar. ;)


viernes, 4 de marzo de 2011

Más que un pequeño monstruo

     La primera vez que escuché la canción de Lady Gaga (Just Dance) pensé que era una muchacha más que estaba apostando a ser famosa y rica por medio de un estilo musical que vende mucho y en el que solo basta un ritmo pegajoso para alcanzar el estrellato. Incluso, no sé porqué confundí su voz con la de Gwen Stefani. Me gustó bastante ese primer sencillo, pero no le presté atención y pronto la olvidé. Con el pasar del tiempo comencé a generar un interés por entender su peculiar personalidad. Es normal que la mayoría del mundo no la entienda, es controversial, espontánea, diferente, impredecible, creativa, valiente… Solía decir “está loca”… ¿Cómo se le ocurre ponerse un traje de carne o caminar con esos zapatos que se ven deforme? ¡Qué ridícula! (Estamos tan adiestrados a únicamente alabar a los plásticos aburridos y monótonos). Pero, detrás de toda esa payasada andante hay una verdadera artista, una artista que no es hipócrita ni se deja marginar. Es genuina. No es como los otros artistas que se dejan manipular por las tendencias de la época y que se adaptan a la gente para poder pegar a como dé lugar. El artista no se debe adaptar a la fanaticada, la fanaticada se tiene que adaptar al artista porque se identifica con él. Los artistas son el reflejo de lo que uno quiere ser y no puede. Son un movimiento que tiene el poder de exponer nuestros ideales y creencias. Por eso los seguimos hasta el fin…

     A pesar de que la comparan con Madonna para mí esa comparación no tiene fundamentos. Ambas son de generaciones distintas. Madonna tuvo su época y tiene sus fieles seguidores que jamás la abandonarán. Lady Gaga es el presente y el futuro. Es una diva completa… Es músico, escritora, compositora, productora… cubre todas las bases  y tiene un talento innato difícil de emular. Además, todos nos influenciamos por nuestros antepasados...Lady Gaga va más allá de la belleza física y se transforma en un "monstruo" si tiene que hacerlo para transmitir su mensaje. 


     Vive sin miedos y segura de sí misma., como todos debemos ser. Trae novedad y curiosidad a un mercado inundado de talentos fabricados. Es una maravilla ver como su creatividad va más allá de cualquier paradigma y ya yo estoy cansada de ver los mismos videos “clicheosos” y tontos... No sé tú… De que asusta, asusta, pero es de esos pocos artistas auténticos que existen y que tienen mucho que decir.