martes, 12 de abril de 2011

Todos somos soldados buscando sobrevivir la guerra de la vida.

Mi ego llora, grita. Se manifiesta en contra de una noticia que concierne un protocolo del cual quiero ser parte y no podré. He recibido una golpiza que quedará marcada en mi piel como una cicatriz que deja su huella históricamente. La desinformación y la falta de maldito dinero (dinero que parece tener el poder de decidir el futuro de cualquiera) son los factores primordiales de mi traumática causa. No voy a entrar en detalles de lo que me pasa. No quiero. Pero dentro de esta lluvia interna que parece no tener fin, me enteré de la triste noticia de que nuestra querida Dagmar no se ha librado del cáncer que a todas luces estaba derrotado. Y fue en ese momento que mi lluvia interna comenzó a cesar. Todas las razones que tenía para justificar mi baja de ánimo y desilusión no son sostenibles. Se quedan chiquitas y cortas al lado de la desgracia de esta hermana en Cristo. Ni siquiera puedo probar que esta situación dolorosa que me afecta constituye una cicatriz en mi vida. ¿Que si es dolorosa? Claro que sí. Pero es una bobada, una tontería que tiene remedio. No el remedio que quisiera, pero lo tiene. Sin embargo, Dagmar vive una verdadera tragedia. Luego de haber superado el cáncer de lengua, ahora padece de cáncer en la garganta. Con lo hermoso que canta. Su voz puede ser censurada y eso no tiene remedio. Su vida puede terminar antes de lo esperado y eso no tiene remedio. No hay dinero que pueda asegurarle una victoria en contra de la enfermedad más temida. No importa cuánto haga, como lo haga ni cuando lo haga, el cáncer decide sin discrimen que hacer con la vida humana. Podemos darle la batalla, pero es un contrincante de malas mañas, traidor y sucio. Le voy a pedir mucho a Dios no tan sólo por su recuperación, sino por todos los que como ella padecen y padecieron este mal (Le pediré a mi tío Papo, víctima de cáncer en la piel y recordado guerrero). Pediré por todo el prójimo que esté en agonía, en sufrimiento; falto de fe.  Y por último pediré porque mi situación se solucione lo antes posible…


El comunicado de prensa que envió Dagmar a los medios de comunicación (primerahora.com):


"A mis amigos todos:

El lunes 4 de abril fuí diagnosticada con  cáncer nuevamente, esta vez en la garganta.   Hice todas las preguntas que sentí hacer, lloré hasta cansarme para botar el golpe .  El martes me enviaron hacer un  CT Scan, como ya recibí quimioterapia y radiación, tengo que buscar otras alternativas.  Dentro de lo difícil, hay noticias buenas: que no esta pegado al cartílago; que no esta en nódulos, ni en tejido; que se encuentra después de las cuerdas vocales y la tráquea y que es pequeño,  es de 1.1 cm.   No es el mismo cáncer que tuve primero, este es un secondary primary cancer ,  lo cual es bueno por que no es metástacis, repito no es metástacis.
Esto es lo importante de ser obediente y cumplir con los estudios de seguimiento. Me fuí fuera de Puerto Rico y encontré a Dios gracias una alternativa. Me operan el 15 de abril, por medio de rayo laser. Lo que quiero es que oren por que todo sea un éxito! Que oren por los médicos, y por todo aquel que lo necesite, por el viaje. Yo estoy fuerte y confiada en Dios que todo saldrá mejor de lo que yo pienso.
No saben que difícil es tener que volver a decirles esto, pero ustedes son mis amigos y amigas, son más que eso, son mis hermanos! No autorizó a nadie a levantar o recoger dinero para mi, pero si les pido que si quieren donar lo hagan a “Un Millón para el Oncológico”.  Piensen que haciéndolo para ellos lo hacen para mi también, somos cerca de 4 millones de habitantes, solo pido un dólar por cada uno o lo que puedan dar.  Gracias siempre por su apoyo y oraciones, los amo y regresaré para declarar que Dios nuevamente me sanó.
Dagmar" 

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